En general, es posible realizar tratamientos estéticos en verano (cirugía y medicina estética) siempre que se tengan en cuenta dos premisas:
- No se puede tomar el sol ni someterse a temperaturas altas el día del tratamiento/cirugía. Cualquier procedimiento implica una inflamación y las temperaturas altas favorecen la inflamación, con lo que estaríamos dilatando el tiempo de recuperación.
- Si el procedimiento provoca un hematoma, este no se debe exponer al sol, para evitar que quede una marca.